La corrupción ahoga a España. Entre la perplejidad y la indignación, los ciudadanos asisten en las últimas semanas al desfile de políticos y ex políticos que comparecen ante los jueces como imputados por prevaricación, cohecho, fraude fiscal y otros delitos perpetrados al amparo de un cargo público y destinados a llenar bolsillos privados.
Salpican a todos los partidos y se extienden por toda la geografía española.