Don Diego de noche

 

 

Don Diego de noche, un bulbo con rizoma en una maceta

La principal peculiaridad en la floración de este ejemplar consiste en que es nocturna.

Bien entrada la primavera, los meses de abril y mayo en el hemisferio norte, es la época perfecta para sembrar el Mirabilis jalapa, más conocido como Don Diego de noche. Esta planta bulbosa tiene un rizoma como sistema de raíces, el cual habrá que plantar siguiendo las siguientes instrucciones.

Utilice cualquier tierra de jardín y mézclela en una proporción de 2 partes de tierra por una de arena, a poder ser arena de río. No obstante es un ejemplar poco exigente con el sustrato en el que se desarrolle. Luego siembre el rizoma en la maceta, a una profundidad que oscilará entre los 2 y los 5 centímetros, dependiendo del grosor y tamaño del propio rizoma, procurando que el tallito que presenta esta planta bulbosa quede a ras de la superficie de la tierra.

Cuando haya acabado, aprisione la tierra con las manos, asegurándose de que no quedan bolsas de aire que puedan acabar pudriendo el bulbo, pero tratando de que su vez el sustrato no quede apelmazado ni excesivamente compacto.

Como cualquier otra planta, en sus primeros días se le proporciona agua abundante y al cabo de un par de meses podrá empezar a disfrutar de la floración del Don Diego de noche. La principal peculiaridad en la floración de este ejemplar es que es nocturna, por lo que si suele pasar las noches veraniegas en el porche de su jardín una buena solución es plantarla cerca de sus lugares de descanso para que por la noche se sienta su fragancia.

Deberá ubicarla a pleno sol para que se desarrolle sin problemas. Tenga en cuenta que llega a alcanzar el metro de altura a la hora de elegir su ubicación y así evitar trasplantes posteriores que puedan estresar al ejemplar.

 

Planta herbácea y vivaz con carnosas raíces tuberosas que puede alcanzar entre 60 a 150 cm de altura. Posee tallos muy ramificados de ramas erguidas. Hojas pecioladas, ovadas, de entre 4 a 13 cm de largo por 10 a 80 mm de ancho. Las inflorescencias surgen en los ápices de las ramas, a menudo rodeadas de pequeñas hojas, con involucro en forma de campana de 5 a 15 mm de largo

Una curiosa particularidad de esta especie es que en la misma planta pueden darse flores de diferentes colores simultáneamente, e incluso una flor individual puede estar salpicada de varios colores. Otro de los fenómenos que presenta es el cambio de color. Por ejemplo, en la variedad amarilla, a medida que la planta madura, puede producir flores que cambien gradualmente al rosa oscuro. Del mismo modo, las flores blancas pueden cambiar al violeta claro.